domingo, 5 de julio de 2015

Tánger me gusta!

Tan cerca y tan lejos.
Sólo una hora de vuelo desde Madrid, y además a nuestra llegada tenemos una hora menos así que ..... llegamos a la misma hora de nuestra salida, pero nos encontramos en un mundo exótico y revuelto. En un mundo tan diferente, una cultura mediterránea distinta y refinada que parece que nos hemos ido lejos, por lo que los cuatro días se aprovechan al máximo.

Dejamos nuestro taxi del aeropuerto, que nos ha costado 15 euros y no nos han dejado regatear, ya que el precio es fijo, y nos adentramos en las callejuelas de la Medina. Es invierno y pronto llega la noche por lo que ya están todos los puestos iluminados y llenos de gente y algarabía. Los niños nos persiguen y nosotros buscamos nuestro Riad en el laberinto de la Medina, con varios niños que se nos ofrecen como guías sin preguntarnos.

Puestos de pan caliente, pasteles, frutas, carnes, flores, ropa, recuerdos..  y llegamos en tropel a nuestro alojamiento, un  precioso Riad, con patio y chimenea encendida nos recibe.